Silencio

Líneas escasas de tinta

Senderos sin rumbo

¿Para qué la espada, para qué

el escudo sin batalla?


Infancia sin juegos

¡Para qué carajos!

Alas sin vuelo

Y una voz sin canto


Hay una colección de historias

Que hoy no me han querido hablar


Ni que fuera el fin del mundo

Cuando no hay cielo, ni suelo,

Ni lugar en donde estar

- Silencio -


Feb. 2009

¡Aquí me tienes!

¡Heme aquí! en este espacio solitario y ni tanto, 


porque está lleno de verdad, y la verdad es que


amando, nada, nada es tan solitario.

Todavía. Mario Benedetti

No lo creo todavía

Estás llegando a mi lado

Y la noche es un puñado

De estrellas y de alegría

Palpo, gusto, escucho y veo

Tu rostro, tu paso largo

Tus manos, y sin embargo,

Todavía no lo creo

Tu regreso tiene tanto

Que ver contigo y conmigo

Que la cábala lo digo

Y por las dudas lo canto

Nadie nunca te reemplaza

Y las cosas más triviales

Se vuelven fundamentales

Porque estás llegando a casa

Sin embargo, todavía

Dudo de esta buena suerte

Porque el cielo de tenerte

Me parece fantasía

Pero venís y es seguro

Y venís con tu mirada

Y por eso tu llegada

Hace mágico el futuro

Y aunque no siempre he entendido

Mis culpas y mis fracasos

En cambio sé que en tus brazos

El mundo tiene sentido

Y si beso la osadía

Y el misterio de tus labios

No abrás dudas ni resabios

Te querré más todavía.


RIP Mario Benedetti.

Por qué escribo. II

Conversación. Febrero 13 de 2009

Hijo:

-¿Qué haces?

Mamá:

- Estoy revisando mis poemas.

Hijo:

- ¡Ah!

Mamá:

- Te va a gustar "Majestuoso Gigante", habla de nuestro México, te la voy a enseñar ¡a mi me gusta!

Hijo:

- O.K. ¡Tienes al mundo en tus poemas!

Mamá:

- ¿Cómo?

Hijo:

- ¡Si mamà! en tus poemas tienes a todo el mundo.


Los que están a mi alrededor saben porque escribo, e insisto: no se si entiendan que para mi es como una necesidad.