miércoles, 4 de enero de 2012

Ofrendando


EN MIS DÍAS

Pasará este ciclo, como pasa todo tiempo.

Como todo tiempo pasa

Para que uno nuevo surja

Y uno mismo emerja de nuevo.

Pero hoy estoy, estoy ¿cómo decirte?

Estoy en mis días maravillosos.



La nostalgia y la sensibilidad

Me asaltan en su máximo esplendor.

La luna y todos los astros me invaden de ternura.



¿Te das cuenta?



Estoy de lo más novelera, de lo más querendona,

Mientras que el vuelo inocente de una mosca

No venga y estropee tan admirable escena.



Y hoy, dime

¿Por qué te has dirigido a mí en tono alto?

¡Me haces llorar!

Se que miento, pero tú no sabes,

Que muy a pesar de ser tan mío,

Tampoco yo se el por qué de éste llanto.



Sabiendo nada, sin querer, sin saber,

Los ojos se me vuelven a empapar

Así, empapada, me da por extrañar mi primera casa, líquida 

Y extraño también al primer novio, al segundo,

Al que nunca lo fue... Y extraño al padre, al esposo, al hijo,

Y a ti, a ti sólido, líquido, a ti, etéreo…



Te acercas, sigiloso,

Y en un abrazo

Me bebes.



Justo ahí,

En la humedad de tu pecho, olvido,

Olvido y recuerdo.



Recuerdo aquella lejanísima discusión

Que contigo nunca tuve,

Olvido.



Olvido y te lanzo a gritos,

Vida mía,

El enésimo reclamo.



Tú, sigues sin entender pero amas.



A gritos o en silencio,

Lloro.

Lloro y me desangro toda una semana.

Lloro cuando esa célula esférica,

Cuando el fruto maduro

Va descendiendo hacia el nido terciopelo.

     


Lloro por la batalla perfecta

Que cada 28 días

Inicia y culmina victoriosa en mí.



Pasará este ciclo,

Como pasa todo tiempo.

Si lloro es porque estoy

¿Cómo decirlo?

Estoy en ti,

Estoy en mis días maravillosos.



De los primeros poemas de Postales de Leonora (el nuevo poemario), que va por Zeus, pero muy en especial va por todos aquellos que se encuentren inmersos en el aprendizaje del sutil arte de ofrendarse. 

Con gratitud, 

Lenna, Leonora y Horte. 

Finales 2011, inicios 2012